Las últimas facturas por consumo de energía eléctrica, con aumentos que, en algunos casos, triplicarían o más los valores de meses anteriores, sorprendieron y dispararon reclamos entre clientes de la Cooperativa de Agua y Luz de Pinamar (CALP) que organizan una movilización para la semana próxima y, en coincidencia, preparan una presentación judicial para que se revisen las tarifas.

 

Afirman que están pagando cifras muy por encima de las que afrontan vecinos de distritos linderos que, aun con otra empresa de prestación domiciliaria, tendrían el mismo proveedor mayorista del suministro.

Las quejas se multiplicaron en redes sociales y dieron forma a un grupo que, con cientos de participantes, promete avanzar con apoyo legal hacia la alternativa de un recurso de amparo.

Desde la conducción de la CALP indicaron que el aumento está vinculado de manera directa a un ajuste en el valor de la energía, que se dispuso a nivel nacional y que oscila entre el 260% y el 270% a partir de febrero último, y otro relacionado a la distribución y que es de orden provincial, también con un impacto fuerte sobre el valor final del servicio por cliente.

 

Algunas de las facturas exponen valores que elevan hasta casi cinco veces lo que se cobró en períodos recientes, con vencimiento a fines de marzo último, contra el mismo mes del año pasado. Uno de los casos, correspondiente a una casa y con poco más de 3000 kw de consumo en el bimestre, pagó casi $65.000 en 2023 y poco más de $300.000 en mismo período de 2024.

“Siempre fue cara la luz en Pinamar, pero nunca a estos niveles”, dijo a LA NACIÓN Ana Rosa Persiano, oriunda de La Plata, que es propietaria de una casa en Pinamar desde hace 22 años y por estos días reside en Mar del Plata.

La usuaria expresó su malestar por los aumentos en la energía eléctrica desde su cuenta personal en Facebook. Allí encontró poco a poco comentarios coincidentes y dio forma a un grupo que en pocos días tenía más de un millar de miembros, todos con la misma disconformidad por estas tarifas que en el caso de la CALP abarcan no solo el suministro de energía eléctrica, sino también el agua potable y las cloacas.

 

Movilización

Las quejas se intensifican en zonas de Pinamar que tienen un desarrollo reciente y, por ejemplo, no cuentan todavía con red de gas. Por lo que todo lo que se relaciona con artefactos que lo usen, como cocinas y calefactores, son eléctricos. Con la consiguiente ampliación de consumo a partir de esta época, con la merma de temperatura que requiere más tiempo de equipos encendidos.

Persiano confirmó que el próximo jueves 16, al mediodía, se concentrarán frente a la sede de la CALP con el conjunto de los vecinos que están disconformes con estas facturaciones. La intención es expresar la queja de manera directa a las autoridades de la cooperativa y esperar una respuesta.

Por lo pronto, confirmó, ya trabajan con asesores legales que están recabando información aportada por los propios clientes de la CALP para dar forma a una presentación judicial con la que buscarían algún fallo que les devuelva los subsidios o les genere algún atajo que derive en facturaciones a valores más bajos que los que se aplican en la actualidad.

 

“Aquí no hay nada político, sino que es una convocatoria para ir con facturas en mano y pedir explicaciones”, indicó Persiano, que señaló que, por similares consumos, en distritos vecinos como General Madariaga o Villa Gesell, pagan “muchísimo menos” que los pinamarenses.

El malestar también tiene que ver con el mecanismo de aplicación de intereses punitorios por demoras en el pago de las facturas, los que se consideran importantes. Y también por la disposición de cortes del suministro cuando ese saldo queda pendiente por un plazo mayor al contemplado en los vencimientos impresos en el recibo.

 

Explicaciones

El panorama es similar para las viviendas que permanecen gran parte del año cerradas, porque son en su mayoría de veraneo, como para los que tienen un uso permanente porque corresponden a familias residentes en las distintas localidades del partido.

Hay extremos en valores en los inmuebles de mayor tamaño y consumo, como es el caso de complejos de apartamentos y hoteles, que abundan en Pinamar, Valeria del Mar y Cariló. Es un segmento con facturas por siete cifras, por lo que sintieron el impacto con los cambios en los valores a partir de la nueva política del gobierno nacional, con la eliminación de algunos subsidios.

Sí se pudo confirmar que el sistema de facturación que la cooperativa aplica a sus clientes nace en una tarifa que no es formada por la propia empresa, sino que está determinada por la provincia de Buenos Aires. Sobre esos valores se aplican impuestos y cargos administrativos de los que surgen recursos que la entidad aplica a su funcionamiento, que incluye personal, equipamiento y obras de mantenimiento y ampliación, según se explicó.

Frente a los primeros reclamos la CALP había informado a través de sus canales de comunicación que no es responsable del aumento de tarifa. “No fija el precio de la energía”, dijeron desde el consejo de administración y aclararon que tampoco “quita subsidios”.

 

“Somos conscientes de cómo impacta este aumento en nuestros vecinos, pero debemos aplicar los cuadros tarifarios dispuestos por el Organismo de Control de la Energía de la Provincia de Buenos Aires (Oceba)”, confirmaron.

La CALP, que está presidida por Bruno Nicolini, explicó que en las últimas horas que casi el 75% del impacto en las facturas corresponde al valores de energía dispuestos por el gobierno nacional y el resto al Valor Agregado de Distribución (VAD), que aplica la provincia. “Los vamos a escuchar, pero el reclamo debe ser a otro nivel”, dijo a los medios sobre la manifestación que preparan los vecinos.

Darío Palavecino